

En una Jornada organizada por FUNDASUR y la OVT-CCT CONICET Bahía Blanca, y convocada por la Secretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad, científicos del IADO (CONICET – UNS) y el Depto. de Biología, Bioquímica y Farmacia de la UNS realizaron un análisis de los resultados y expusieron las conclusiones del estudio llevado a cabo durante un lapso de 12 meses, entre 2015 y 2016. De la Jornada participaron funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente, Concejo Deliberante, Comité Técnico Ejecutivo (CTE), integrantes del CCyM (Comité de Control y Monitoreo), gerentes del Consorcio de Gestión y de las Plantas Petroquímicas, entre otros.
Este año, y por primera vez, el Monitoreo Ambiental se complementó con la Evaluación de Ecotoxicidad de la zona interna del estuario. La ecotoxicología es una disciplina que estudia y analiza los efectos de agentes químicos y físicos sobre organismos vivos, con particular atención a poblaciones y comunidades de ecosistemas definidos. El creciente impacto ambiental de las actividades humanas, principalmente el vertido de sustancias químicas liberadas al ambiente por procesos productivos, ha favorecido su desarrollo de esta disciplina. Ha sido recomendada como herramienta indispensable en las evaluaciones de impacto ambiental y en la obtención de autorizaciones gubernamentales para realizar actividades productivas, tanto por los expertos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (CPPS/PNUMA, 1985) como por la Organización Mundial de la Salud (Larraín 1995).
Iniciando la jornada, el Ing. Alberto Arcodaci dirigió unas palabras de bienvenida y señaló la importancia de estos estudios para el futuro de la ciudad; además, destacó el rol de FUNDASUR y la OVT-CCT CONICET Bahía Blanca en la organización y diseño de la presentación de los resultados en Casa Coleman.
Seguidamente, el Ing. César Pérez, Responsable del CTE, habló del rol de la MUBB frente a la seguridad ambiental de la ría, destacando sus herramientas más importantes: la Guardia Ambiental de 24 hs, Mediciones en tiempo real online, cámaras de monitoreo que enfocan chimeneas y antorchas del área industrial. Señaló asimismo la regulación que ejerce el Comité sobre los efluentes líquidos y gaseosos emitidos en la zona del estuario, los cuales se miden y controlan, entre ellos: Cloruro de Vinilo Monómero (VCM), orgánicos volátiles (VOCs), calidad de aire: sulfuros, óxido nitroso, nitratos y material particulado.
A continuación, los científicos explicaron los distintos aspectos del monitoreo y expusieron sus conclusiones. El Dr. Jorge Marcovecchio destacó la importancia de disponer de una serie de datos que comenzó en 1995, lo que permite ir monitoreando el cambio que la actividad humana ejerce en las aguas y sedimentos del estuario.
Los aspectos biológicos de los peces del estuario estuvieron a cargo de la Dra. Andrea López Cazorla, quien explicó cómo se capturan los peces para el análisis, y qué especies son ideales para este tipo de estudio: en nuestro caso, una de las especies analizadas es la saraquita, que realiza el ciclo de vida completo dentro del estuario.
La Dra. Mónica Baldini habló sobre los indicadores bacterianos en muestras de agua y sedimentos, de bacterias tales como la escherichia coli y heterótrofas. La Dra. María Amelia Cubitto se explayó sobre las bacterias que degradan hidrocarburos, mientras que la Dra. Sandra Fiori expuso sobre el Inventario de las comunidades de organismos en los sedimentos, residiendo algunos de ellos hasta 8 años en el estuario, y destacando el ingreso de una nueva especie invasora: la ostra del Pacífico.
La Dra. Sandra Botté, habló sobre la determinación de metales en sedimentos y agua. El Dr. Andrés Arias, por su parte, expuso sobre los compuestos orgánicos persistentes detectados (PAHS), hidrocarburos anillados del tipo de benceno, naftaleno, que desarrollan radicales libres y pueden interaccionar con las proteínas de los organismos (inclusive humanos) y causar carcinogénesis. Efectuados análisis sobre 60 pooles de peces (concentraciones tisulares), se encontraron valores detectables sólo en el 30% de los peces, bajos y decrecientes en el tiempo.
En cuanto a pesticidas organoclorados, los valores encontrados fueron bajos, de 10 a 100 veces menores que lo permitido internacionalmente.
Finalizando esta exposición, la Dra. Elisa Parodi describió las características salientes del nuevo estudio de Ecotoxicología incorporado, explicando las características de los organismos seleccionados para monitorear cambios en los parámetros biológicos. Los mismos fueron elegidos por ser los primeros de la red trófica y servir de alimento a numerosos organismos en la ría. Se monitorearon cambios no sólo en la cantidad, sino también en la forma y tamaño.



